El pasado martes, 5 de marzo, iniciaron los conversatorios de Las Hijas de Lilith. En esta primera sesión nos presentamos las integrantes del grupo, explicamos qué nos motivó a unirnos, cuáles son los proyectos en marcha y cuáles otros tenemos en mente para un futuro próximo. Entre otras cosas, nos gustaría conversar con mujeres en diferentes áreas, profesiones y oficios, preferiblemente aquellas que se han desempeñado en ambientes tradicionalmente masculinos: además del fútbol y la guerra (que incluimos en estos conversatorios), hemos pensado en mujeres conductoras de servicio público, constructoras, mecánicas… Y en general mujeres de la academia de la región que se han desempeñado en diversas áreas, de diferentes universidades e instituciones educativas.
También explicamos algunos de los elementos que hemos elegido para identificarnos: el nombre, el logo y el color violeta. El nombre nos lo pusimos inspiradas por el título de un libro que se llama igual, y en torno al cual girará la conversación de esta noche. Siento que con él queremos asumir de entrada la responsabilidad que implica rebelarnos contra toda forma de pensar y definir a la mujer y lo que hace como alguien y algo de segundo orden.
En el logo aparecen Medusa, una bruja y una académica. Con estas imágenes hacemos alusión a tres momentos históricos y 3 formas de ver a las mujeres que no siempre han sido positivas. La primera, Medusa, es la imagen de una figura mitológica clásica griega, mortal y al mismo tiempo protectora contra el mal. La segunda, la bruja, enmarca un imaginario alrededor de mujeres reales, que fueron perseguidas y quemadas porque eran percibidas como peligrosas y amenazantes de ciertos poderes imperantes (la iglesia católica, por ejemplo, pero no exclusivamente). La tercera es la imagen de una académica cualquiera, y al ponerla allí nos preguntamos cuántas de nosotras habríamos sido llamadas Medusas o brujas de haber nacido en otros tiempos o lugares.
Con el color violeta hacemos alusión al 8 de marzo, Día Internacional de la mujer, que conmemora el incendio en la fábrica de Nueva York en 1908, donde murieron alrededor de 140 mujeres en una huelga. Se dice que este era el color de la tela con la cual trabajaban, y que el humo que podía verse a la distancia era de este color también.
Hablamos un poco de qué no somos. En primer lugar, no somos especialistas ni expertas en estos temas, pero somos apasionadas aprendices de ellos. En segundo lugar, frente a la pregunta de si somos feministas, pensamos que aunque el tema del feminismo aún requiere debate entre nosotras, podemos decir que bajo una definición sí lo seríamos: consideramos que en la academia y en la sociedad en general ha habido una forma sistemática de opresión a la mujer que ha consistido en excluirla de ciertas profesiones y oficios, o (cuando las mujeres han logrado sobrepasar esas barreras) en ocultar sus logros en tales oficios y profesiones. En pocas palabras, se ha menospreciado el aporte de la mujer en diferentes ámbitos sociales y en la construcción del pensamiento, y nos proponemos conocer y dar a conocer esas historias y las mujeres detrás de ellas. Creemos que con esto basta y sobra por ahora para seguir convocándonos en estos espacios
Para finalizar, al parecer es necesario aclarar que estos espacios nos son solo para mujeres. Nuestro principal foco de interés son las mujeres y sus trabajos, pero esperamos poder establecer un diálogo tanto con hombres como con mujeres sobre estos asuntos, porque estamos convencidas de que la conversación es más rica y enriquecedora cuando no hay exclusiones. Así, pues, sean todas y todos bienvenidos.
Luego, el conversatorio transcurrió en torno al tema del libro Las Hijas de Lilith, escrito por Erika Bornay, en el que se exploran grandes obras de arte del siglo XIX, tanto iconográficas como literarias, que contribuyeron a definir rasgos físico y actitudinales que caracterizan el despliegue alcanzado por la figura de Lilith en la femme fatale, como una mujer peligrosa y por tanto temida. El libro muestra entre otras cosas, la transformación de la femme fatal a lo largo de la historia y tiene un recurso a la expresión New Woman para referenciar a las Lilith modernas, que son aquellas mujeres que empiezan a ser temidas, porque se levantan como un par frente al hombre y se reconocen, al igual que él, en capacidad de enfrentar el mundo en asuntos políticos, sociales, intelectuales y científicos.
En el siguiente vínculo pueden encontrar la transmisión en vivo: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=255159505424831&id=359970904456848.
Y en este las fotos de ese día: https://artesyhumanidades.ucaldas.edu.co/hijas-de-lilith/galeria/.